Haz un buen día

Haz un buen día

Haz un buen día

Hoy te invito a iniciar tu día con un pensamiento positivo, una oración de alabanza o agradecimiento al creador.

Piensa en algo bonito, que te guste, en una persona que admires y te inspire.

“Lo que bien comienza, bien acaba” Dice un adagio popular, pues vamos a hacer que cada día inicie bien para que termine bien.

Cada día es un regalo divino, por qué desperdiciarlo con pensamientos negativos llenos de pesimismo, derrota y fracaso. Esto sólo nos agota, desgasta nuestra mente y nos predispone para un mal día, de esta manera iniciamos el día cansados.

Haz que tu despertar sea bonito, lleno de luz, fe y esperanza y así terminar el día con un balance positivo.

Esto no quiere decir que no vamos a tener dificultades, malos ratos, situaciones adversas, claro que tenemos días no tan buenos, son parte de la vida. Pero sí las afrontaremos con optimismo, con una mentalidad abierta y despejada para resolver y enfrentar con vehemencia cada obstáculo, tropiezo o dificultad que se presente.

Un balance positivo no lo determina la cantidad de cosas que hacemos, el activismo, el mucho hacer al contrario nos puede hacer daño. Un balance positivo lo determina la calidad en la actitud y el ánimo con el que asumimos cada situación sea favorable o adversa.

Los pensamientos negativos y pesimistas sólo agrandan y agravan las cosas, la mente se sierra y difícilmente se halla solución.

El mucho qué hacer no es siempre lo más efectivo, procura cuidarte del afán excesivo de productividad.

El activismo, el estar siempre ocupados sin tiempo para otras cosas también importantes no es tan bueno, hay un tiempo para todo.

Un tiempo para despertarse, hazlo con calma.

Un tiempo para orar, meditar, reflexionar, ojalá lo hagas antes de levantarte de la cama te prepara para un buen día. Antes de contaminar tu mente con cualquier información que te distraiga, noticias, redes sociales, música, evita esto para que tu mente este tranquila y dispuesta. Busca una posición cómoda pero no tanto para que no te vuelvas a dormir y luego despiertes afanado, sin tiempo de prepararte para la jornada del día.

Empezar así el día te ayudará a apaciguar tu ser y seguro que tendrás un buen día, te preparará por si llega alguna tormenta que amenace tu estabilidad.

Haz que tu despertar sea bonito, lleno de luz, fe y esperanza y así terminar el día con un balance positivo.

Un tiempo para dar los buenos días, saluda con alegría y entusiasmo a las personas que viven contigo. Si estás solo, deséale un buen día a alguien por teléfono, con un mensaje, que alguien se sienta feliz hoy porque pensaste en él a primera hora.

Un tiempo para ducharte, ve al baño, disfruta tu ducha, siente el agua que recorre tu cuerpo, fría, tibia, caliente como más te guste. Gózate ese momento, canta, baila, aséate cada parte de tu cuerpo con conciencia, sin afán, despacito, que realmente sea placentero.

Un tiempo para arreglarte, escoge con cuidado la ropa que te vas a poner, que te guste, te sientas cómodo, usa colores que te hagan vibrar positivamente. Un atuendo de acuerdo a tu personalidad, al clima, adecuado para el lugar donde vas, no lo escojas a la ligera ni al azar. Tómate tu tiempo.

Mírate al espejo, habla contigo, conócete, quiérete, guíñate el ojo, mándate un beso amoroso, mientras te arreglas di una frase de valoración y aceptación hacia ti mismo, qué guapo estoy, que inteligente soy, qué valiente soy, qué amable soy, afectivo, alegre y repítetela varias veces al día para sí, y procura cambiar la frase todos los días.

Un tiempo para el desayuno, prepara un rico desayuno, saborearlo, no tiene que ser muy suntuoso para disfrutarlo, algo que te nutra y te de energía. Come algo que te guste y esté a tu alcance, haz que tu desayuno sea un manjar, bendice y agradece ese primer alimento del día. No te saltes el desayuno, a no ser que estés en ayuno con un propósito específico,

Un tiempo para trabajar, ve a tú lugar de trabajo con alegría, agradece por tu trabajo, tus superiores, empleados, compañeros, equipo de trabajo. Realiza tu trabajo con responsabilidad y diligencia, disfruta lo que haces y bendice cada jornada. No reniegues ni te quejes por tu trabajo, cuántos hoy están esperando por una oportunidad, si no te gusta búscate otro y vete agradecido.

Un tiempo para estudiar, asume tus tareas y responsabilidades con gusto, estudia, prepárate y hazlo con entusiasmo y sin quejas. Dedícale el tiempo necesario, no hagas las cosas con mediocridad ni pereza, te estás preparando para un futuro con oportunidades.

Un tiempo para compartir en familia, reúnete con ellos a menudo, escúchalos y cuénteles de ti. Comparte con ellos tiempo de calidad, desconéctate por un momento del Tv, del móvil o el PC, mírense a los ojos, conózcanse. ‘’La Familia es el lugar donde la vida comienza y el amor nunca termina’’

Un tiempo para estar con los amigos, tómense un café, un helado, vayan al cine, a practicar un deporte o solo reúnanse a conversar. Reunirse con los amigos es la mejor terapia para el alma, desahogarse, escucharse, reír y llorar juntos. ‘’Los amigos son la familia que elegimos´´

Un momento para descansar, cuando vayas a la cama, desconéctate de todo y conéctate contigo, haz un balance de tu día, qué hiciste bien y qué no tan bien, qué te faltó, en qué te excediste y antes de dormir da gracias, da siempre gracias.

Un momento para soñar, sueña despierto, sueña dormido, pero sueña, no dejes nunca de soñar, proyecta, hazte metas con propósitos.

Hacer muchas cosas no te define como una persona altamente eficaz; saber establecer prioridades y actuar conforme a ellas eso sí te hace eficaz.

Sé diligente no perfeccionista, La diligencia te otorga satisfacción; en cambio el perfeccionismo te suministra una alta dosis de ansiedad y fatiga.

Identifica tus capacidades y limitaciones, se consiente del nivel de tu energía y no te sobrepase con rutinas excesivas que solo te agotarán y descompensaran, produciendo debilidad y enfermedades, sí ya no das más pide ayuda, no te sobre esfuerces en vano.

Son estas pues algunas recomendaciones para tener un buen día, tranquilo, sin afanes, equilibrado, cuéntanos en los comentarios con cuáles te sientes mas identificado y si agregarías una.

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Adriana Hoyos
Soy Neurocoach profesional, estudié producción audiovisual, me encanta leer, investigar y escribir contenido de valor para mi propio crecimiento personal, renovar mi versión día a día y aportar al crecimiento de otros.

Adriana Hoyos

Soy una mujer apasionada, sensible, dispuesta a escuchar y ayudar a los demás a encontrar respuestas y tomar acción en la resolución de conflictos internos y propósitos de vida.

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