Vengo a hablar de un tema que hace rato me viene inquietando . He reflexionando mucho sobre cómo es de absurdo que en la medida que la comunicación ha venido avanzando tecnológicamente es cuando mas deteriorada está en nuestra sociedad. Antes, no sé si recuerdas, la comunicación era muy complicada, no había telefonía, yo me pregunto cómo hacían para comunicarse las personas?

En Granada Antioquia, pueblo donde nací la comunicación era una odisea, había una central telefónica para todos los habitantes. Cuando las personas necesitaban comunicarse con alguien de otra ciudad debían ir a la central y solicitar un turno para realizar la llamada. Igual para alguien comunicarse desde otro lugar, primero realizaba la llamada para que localizaran a la persona y estuviera en la central a una hora en punto para recibir su llamada. Era muy complicado comunicarse y estar en contacto con el mundo exterior.

Antes no había radio, ni televisión, cuando estos medios llegaron era la forma de las personas enterarse de lo que pasaba afuera. Luego llega la Internet, telefonía celular, los correos electrónicos, ¡wow eso era una maravilla!

Antes cuando alguien enviaba una carta de una ciudad a otra podría tardar entre 15 y 20 días en llegar y era muy emocionante ver al cartero en tu puerta. Ahora, con el correo electrónico es cuestión de encender el dispositivo, ir al correo y ahí está, la comunicación se hace instantánea. Después aparecen las redes sociales Facebook, Instagram, Twitter y otras más, también llega WhatsApp, telegrama que son medios de comunicación inmediata sin importar distancia. En fin, son muchos los medios que hoy nos acercan y permiten comunicarnos a distancia. Todo esto es de aplaudir y agradecer a aquellos genios que nos han facilitado estos medios de comunicación.

Pero, y qué hay de la comunicación cara a cara? , nos limitamos a enviar mensajes desde el móvil, y no visitamos, no llamamos.  ‘’La tecnología acerca a los que están lejos, y aleja a los que están cerca’’ Una frese que se ha puesto de moda y es muy real.

Las manifestaciones de felicitación y condolencia se limitaron a mensajes de texto, perdemos la calidez de una llamada, una visita, un abrazo. Yo personalmente lo he experimentado y hoy hago esta reflexión con dolor y conciencia de hacer algo para mejorar la comunicación con mis más cercanos.

Es muy lamentable que en la medida que la tecnología va avanzando y nos facilita la comunicación, es cuando menos comunicación tenemos con los de casa. Evitamos al máximo el contacto físico, no nos miramos a los ojos y aún estando en la misma casa nos comunicamos por menaje de texto. Creo que la mayoría hemos caído en esto, nos hemos dejado absorber por la tecnología y esto me confronta hoy en gran manera.

Hace algún tiempo hice un ejercicio, Decidí salir sin el teléfono móvil y sin vehículo, me movilicé en trasporte público, utilicé el metro, autobús, taxi. Fue una experiencia muy enriquecedora, hablé con la gente y esto me dio tanta satisfacción. Conocí en un autobús a un joven de 17 años, su sueño era ser abogado para poder hacer justicia en la humanidad. En el metro hablé con una señora que hasta resultó tener parentesco lejano con mi papá y así muchas experiencias bonitas con ese ejercicio. Conocer de esta manera mi ciudad también fue maravilloso, a veces nos sumergimos en una burbuja, nos dejamos absorber por nuestro propio mundo, olvidándonos del exterior.

Poder viajar en el metro con la cabeza erguida y mirar el trayecto fue muy impactante, pues normalmente vamos mirando el teléfono móvil sin levantar la mirada. Puede ver los rostros de quienes compartían el viaje conmigo, pero también los rostros de las personas de afuera, me concentré mucho en eso. Mirar las personas, intercambiar con ellas una sonrisa, una palabra, una mirada, un gesto, ¡¡Esto vale oro!! Y es una experiencia que repetiré una y mil veces. Disfrutar los paisajes, la naturaleza, el sol, la lluvia, el viento, todo nuestro entorno. Los invito a hacer este ejercicio de vez en cuando, dejar el móvil en casa y salir a ver todo a su alrededor, es una terapia. Caminar sin prisa, desprevenidos, esto me ha permitido conocer lugares increíbles cerca a mi casa que antes nunca había visto por andar distraída o de prisa.  Conocer vecinos, saludarlos, hablarles, establecer un contacto así sea solo visual, los gestos son una forma de comunicarnos y pueden expresar más que mil palabras. Una sonrisa mirando a los ojos es tan significativa, simplemente sonriamos y si no recibimos una de vuelta significa que esa persona realmente necesitaba tu sonrisa.

Definitivamente hay todo un mundo por descubrir fuera de los dispositivos que hoy nos controlan y paradójicamente siendo medios de comunicación, nos están incomunicando.

Y no nos vayamos tan lejos, ¿Cómo es nuestra relación con las personas que compartimos la vivienda? ¿Sacamos tiempo de calidad para compartir, para escucharnos? Muchos tienen un televisor en su cuarto, una computadora, un móvil y la comunicación se limita a mensajes de texto aun estando en la misma casa. Que bueno que seamos conscientes de esto y despertemos, que nos esforcemos en mejorar la comunicación con los más próximos, nuestra familia. Propiciar espacios para comer juntos, jugar, conversar, interactuar, mirarse a los ojos, disfrutar la compañía, abrazarnos más, más contacto físico y menos virtual. La virtualidad nos está convirtiendo en una especie de zombis andantes, sin sentido.

No hay que negar las bondades de los avances de la tecnología en comunicación, esto nos ha traído grandes beneficios, nos facilita muchísimas cosas. Procuremos darle buen uso sin abusar y vamos en pro de mejorar la comunicación real, la que es cara a cara, corazón a corazón. No nos dispersemos tanto de los nuestros, que bueno sería sorprender a alguien con una breve visita solo para saber si está bien y dar un cálido abrazo. Hagamos este ejercicio y verán lo alentador que puede llegar a ser tanto para ti como para quien lo recibe. Un abrazo es sanador, liberador, restaurador, una palabra de aliento con una palmadita en el hombro diciendo aquí estoy y no a través de una pantalla. ¿Se animan? Yo ya empecé y créanme es maravilloso.